domingo, 27 de febrero de 2011

UNA REFLEXIÓN PERDIDA Y REENCONTRADA

         Cuando oímos eso de que la vida no es complicada, debemos creérnoslo. La verdad es que somos nosotros quienes lo complicamos todo. Son nuestras inseguridades, nuestra forma de ser lo que hace que todo vaya bien o mal. Una de las cosas más complicadas de la vida es saber si estamos actuando bien o mal. Hay gente que ni lo piensa porque así se libran de una batalla abierta con su moral. Otras personas, analizan todos o casi todos sus actos pasándolos por el filtro de la razón. Hasta ahora, las religiones han sido las que han decidido lo que está bien y lo que no, pero en mi opinión deberíamos hacernos cargo de ese arduo trabajo cada individuo por su cuenta. Con esto quiero decir que en vez de dejarnos caer en la simpleza de no hago esto porque dicen que está mal, deberíamos meditar porqué está mal. Muchas de las cosas que en nuestra sociedad no están bien vistas, moralmente no están mal. Es trabajo de todos (sociedades, religiones…) analizar todas nuestras costumbres, actos, pensamientos... y valorarlas desde la moral y la razón. Esto último es lo que hace que seamos más humanos y lo que nos diferencia de los animales, y en estos momentos no paro de oír que nos estamos deshumanizando. 
        Es una lástima que en los colegios no nos enseñen el pensamiento crítico, una de las cosas que más vamos a necesitar en nuestras vidas para evitar ser meras máquinas. Por mucho que cueste y por muchos baches que nos pongan en el camino, debemos luchar para no crear mentes muertas en nuestros descendientes. Yo misma pelearé para que mis hijos sean algo más que peones en manos de políticos a los que no les interesa más que su propia riqueza.

martes, 15 de febrero de 2011

EL ORIGEN DE LAS MIGRACIONES MODERNAS

         Vale la pena ver esta conferencia de Arcadi Oliveres en la que dice verdades como puños. De vez en cuando debemos abrir los ojos y darnos cuenta de porqué pasan las cosas que pasan. Recientemente he estado leyendo acerca de la Deuda Externa. Es increíble como la gente no hace nada para solucionar este problema. Veo claro que la culpa de esa deuda la tienen tanto los que aceptaron los préstamos como los que los dieron, pero ahora mismo la solución está únicamente en manos de los que ofrecieron aquellas cantidades de dinero.

        Mucha gente dice que con la ayuda que les mandamos a los países en vías de Desarrollo, haber cómo es que no progresan. La realidad es que lo que les damos en forma de ayuda, nos lo tienen que devolver multiplicado por mucho en forma de deuda. Y la pregunta es ¿cómo van a desarrollarse si no les dejamos respirar? Al final los países del Primer Mundo quedan muy bien porque son muy buenos al ayudar a los países en vías de Desarrollo y estos últimos son tontos porque no son capaces de progresar.
        Yo sólo veo una posible solución a este problema y es claramente perdonar la Deuda Externa. Está claro que a los países del Primer Mundo no les interesa anularla, porque de lo contrario no tendrían a los países en vías de Desarrollo a su merced. Muchas cosas pueden ser exigidas a cambio de una reducción de la Deuda Externa... En fin, si no se perdona esta estúpida deuda que nunca acabará pagándose, me queda claro qué tipo de sociedad somos, una en la que en los ciudadanos cierran los ojos ante las injusticias por el mero hecho de pensar que no les afectan, sin darse cuenta de que en este mundo TODO NOS AFECTA A TODOS.


1ªPARTE:



2ªPARTE:



ESPERO QUE OS GUSTE!!

La hija de Isis, Nawal El Saadawi.

Este libro es muy bueno y la verdad es que vale la pena leerlo. Para que entendais mejor os dejo esta explicación:
         La escritora egipcia –que por sus ideas y convicciones sufrió la cárcel, el exilio y ha sido condenada a muerte por los fundamentalistas islámicos- nos narra su infancia y adolescencia, momento en el que descubre la dureza de vivir en una sociedad en donde las mujeres pierden hasta el nombre. La voz de esta mujer se convierte en un grito ante el silencio que rodea temas prohibidos para la mujer musulmana como la corrupción política y la mutilación sexual femenina. “Decidí leer el Corán de principio a fin. Entonces me di cuenta de que era cierto lo que me decía mi tío Sherikh Mamad. Alá no se dirigía a Eva excepto a través de su esposo, Adán, y el nombre de Khadija no se menciona ni una sola vez, aunque había participado en la fundación del Islam y había sido quien encaminó a su esposo para que se convirtiera en el profeta del Islam. ¿Por qué Dios no mencionaba a Khadija y a otras mujeres que habían luchado y muerto, mártires, en los campos de batalla del Islam?”.